martes, 1 de abril de 2014

Comida para diabéticos

Constituyen para los hábitos en general uno de los puntos claves de la dieta. En primer lugar, porque se ha englobado en este grupo, además de los vegetales propiamente dichos, como la patata, y otros alimentos que también tienen un contenido aproximado del 20 por ciento de hidratos de carbono. Se permite así una mayor agilidad en los reemplazos.

Aparecen en este grupo (arroz y las pastas italianas: ravioles, spaghetti, lasagna, gnocchi, capelletti, etc.) polenta. Estos alimentos se pesan una vez cocidos. Hasta que se difundió el uso de las bebidas tipo glucocar- bonatadas sin azúcar era frecuente ubicar las botellas chicas standards de este tipo de bebidas (Coca-Cola, Pepsi-Cola, Indian Tonic, Fanta, etc.) entre «vegetales C».

Esto se debe a que tienen un contenido aproximado de 20 g de hidratos por botella y podría reemplazarse.
El amplio uso de los vegetales C hace que en nuestro medio se lo indique con cierta amplitud. Se lo utiliza no sólo como acompañante de la carne sino como plato independiente.

Legumbres
Entran en la alimentación habitual y son fuentes de proteínas en muchos países.
Harinas, granos o fideos
Las harinas granos o fideos pueden ingerirse como sopas o postres de leche. Por su contenido equivalente se incluyen en este grupo las harinas amidodiastasadas, generalmente con un pequeño agregado de cacao.
Los granos o harinas se utilizan en tres grupos: cocidas como vegetales C, en amasados en forma de pan y como harinas o granos propiamente dichos.

Fruta
Es el postre más aconsejado para los diabéticos. Se utiliza en colación; mas rara vez en desayuno. Es indispensable que los cítricos entren en alta proporción. La fruta B es equivalente a la mitad de fruta A. Pueden usarse compotas preparadas con sacarina o equivalente.

Pan
Es el problema número uno de la dieta del diabético y la fuente más común de las trasgresiones. El diabético que se autodisciplina en el consumo del pan, tiene por lo general un desvío muy tolerable en la dieta. El médico y el dietista deben discutir especialmente ese punto con el enfermo y, en lo posible dar la cuota más generosa posible de pan.

Es útil su reemplazo por galleta, galletitas, grissines, que al demorar más por la taquifagia permiten al enfermo la ilusión de una mayor ingesta. Es necesario tener en cuenta que muchos de estos reemplazos deben usarse en forma esporádica, pues al tener diferente contenido en grasa modifican el contenido calórico de la dieta. Un reemplazante del pan muy apetecido es la pizza. A título práctico una porción standard de pizza es equivalente a 80 g de pan.

Azúcar y dulces
Es mejor prescindir de éstos, no porque sean perjudiciales en sí, sino porque es más útil dar hidratos de carbono en alimentos de mayor volumen y con vitaminas, minerales o proteínas. Por otra parte, el gusto dulce se reemplaza por edulcorantes. De allí que es factible preparar con estos edulcorantes o comprar en el comercio chocolate, compotas, productos de pastelería, bebidas glucocarbonatadas o refrescos, postres, sin usar azúcar.


Los diabéticos cooperadores aceptan esta restricción sin problemas, al usar las equivalencias. Por lo contrario, los diabéticos rebeldes.